Era el primer Día del Padre de mi pareja y quería encontrar un regalo que de verdad le hiciera sentir especial. Pero a medida que buscaba ideas, me di cuenta de algo: él había cambiado.
No me malinterpretes. No es que ya no fuera el mismo hombre del que me enamoré, pero entre las noches en vela, los pañales y las preocupaciones, había dejado de prestarse atención. Su barba estaba descuidada y su piel se veía más cansada que un domingo de resaca.
Y entonces me pregunté: ¿por qué los padres tendemos a preocuparnos tanto por el bebé y nos olvidamos de nosotros mismos?
Así que decidí que mi regalo para él no iba a ser solo un detalle bonito. Iba a ser un recordatorio de que sigue siendo ese hombre seguro y atractivo. Porque sí, ahora es papá, pero sigue siendo él.
Ser padre no significa olvidarse de uno mismo
Cuando nació nuestro bebé, yo también pasé por esa fase. Dejé de arreglarme tanto, me olvidé de mi piel, de mi pelo… y, de repente, un día me miré en el espejo y casi no me reconocí.
Vi que a él le estaba pasando lo mismo. Lo notaba en la forma en la que salía de casa sin importarle su aspecto, en cómo ya no se arreglaba la barba con tanto mimo, en la manera en que se reía cuando le decía que estaba guapo, como si ya no se lo creyera.
Pero aquí está la clave: el autocuidado no es superficial, es identidad.
Un regalo que no lleva escrito "for men", pero sabes que es para él
En vez de la típica taza de "Mejor Papá del Mundo" (que, seamos honestas, ya tiene de sobra), quise regalarle algo que realmente lo hiciera sentirse bien consigo mismo: un set de cosmética masculina.
Si te estás preguntando qué productos pueden hacer esa diferencia, te cuento los que elegí:
1. Hidratación rápida, pero efectiva
No tiene tiempo ni paciencia para rutinas largas, así que elegí una crema facial hidratante que refresca su piel en segundos (y ligera que ya sabemos lo que los hombres odian las cremas densas) que le devuelve el buen aspecto sin esfuerzo.
2. Una barba que resalte sus facciones
Siempre ha tenido buena barba, pero últimamente la notaba áspera, incluso con algo de caspa. Estuve informándome sobre el cuidado de la barba, pero la mayoría de los productos eran aceites, y sabía que los detestaba. Hasta que encontré una crema ligera que hidrata y acondiciona el vello sin dejar sensación grasa ni aceitosa.
3. Peinado sin esfuerzo
Ya no tiene tiempo para dedicarle al peinado como antes, pero con una cera mate de fijación fuerte, su cabello mantiene la forma y la textura natural durante todo el día sin necesidad de retoques. Con solo unos segundos, vuelve a verse arreglado, sin esfuerzo y siempre con su estilo.
No solo un regalo, un recordatorio
El día que le di su regalo, lo vi sonreír de una forma diferente. No solo le gustó, sino que entendió el mensaje: esto no era solo cosmética, era un recordatorio de que sigue siendo él.
Así que, si este es su primer Día del Padre y quieres regalarle algo que realmente lo haga sentirse bien, haz que vuelva a mirarse en el espejo con orgullo.
